ERASE UNA VEZ QUE SE ERA...
Era se una vez que se era, en un reino de unas tierras muy
muy lejanas vivía un rey con su reina.
El rey Caspian y la reina Catelin eran muy muy felices, y en
su reino eran muy queridos, pero ellos sabían que para tener felicidad plena
les faltaba algo, les faltaba tener un hijo. El rey Caspian quería tener un varón
para que luego pudiera heredar el reino, pero finalmente tuvieron a una bella
niña llamada Ibb.
En el momento en que la reina Catelin estaba trayendo al
mundo a su hija, hubo una serie de problemas y falleció, pero en su lecho de
muerte ella le pidió al rey Caspian una serie de cosas. La primera era que
cogiera una cadena, en la cual tenía que meter una rosa de oro, una moneda y su
anillo de casada, y que cuando Ibb fuera mayor que se lo entregara en señal de
cuanto la quería, y la segunda petición era para el rey Caspian, la reina le pidió
que se volviera a casar, pero que la futura mujer tenía que ser más guapa que
ella.
El rey Caspian pensó que eso sería algo imposible porque jamás
encontraría a una mujer más guapa que su reina Catelin. Roto por el dolor decidió
estar una temporada en la más estricta soledad abandonando a su hija. Pasados los
años los consejeros reales le dijeron al rey Caspian que tenía que volver a
casarse, que tenía que buscar esposa. Este acepto, y los consejeros le trajeron
todos los retratos de las reinas y de las princesas de los reinos cercanos,
pero no había ninguna que superara en belleza a su difunta mujer, entonces los
consejeros siguieron buscando durante mucho, mucho tiempo.
Pasaron los años y la princesa Ibb cumplió los 18 años, y su
padre decidió que en vez de casarse el, seria ella la que se casaría y juntaría
su reino con el del futuro príncipe y así su reino seria más grande.
Cuando estaban celebrando el cumpleaños de la princesa Ibb,
su padre le regalo el collar de su madre, tres vestidos que eran uno tan dorado
como el sol, otro plateado como la luna y otro brillante como las estrellas, y
por ultimo le regalo un abrigo hecho con un trocito de piel de cada uno de los
animales del planeta.
Pero la princesa Ibb a pesar de tener unos regalos tan
maravillosos, ella no era feliz, porque no se quería casar por obligación, se quería
casar por amor.
Siguió pasando el tiempo y ella intento retrasar su boda
todo lo posible hasta que cuando cumplió 20 años, el rey Caspian le dijo que ya
había elegido a un marido para ella y que el casamiento seria en muy poco
tiempo. Ibb decidió que no se casaría obligada, se casaría por amor.
Esa misma noche decidió huir de palacio, y las únicas pertenencias
que se llevó con ella fueron los vestidos, el colgante de su madre y el abrigo
de piel para poder esconderse. La princesa, caminaba por las noches y se
refugiaba durante el día, hasta que ya llego un punto en que no sabía ni donde
estaba ni que día era.
Una mañana, cuando la princesa Ibb se estaba escondiendo, de
repente escucho a unos hombres que iban montados a caballo.
Mientras que se estaba escondiendo, uno de los hombres la
vio y la cogió, Ibb descubrió, que por el tipo de trajes que llevaban, no era
la guardia de su padre, por lo tanto estaba en un reino muy muy lejano, pero
para que nadie supiera que ella era una princesa, decidió que se llamaría “toda
clase de pieles”. Mientras que estaba tratando de huir, apareció un joven muy
apuesto. La guardia empezó a llamarle señor, por lo que Ibb descubrió que ese
apuesto hombre era el príncipe de este reino. El príncipe como vio la cara de
susto de Ibb, este le pregunto que como se llamaba, al principio no contesto,
hasta que él dijo que era el príncipe Nikola, a lo que ella respondió que era
toda clase de pieles, entonces el príncipe Nikola decidió que ella viviría en
su castillo y también decidió que ayudaría en las cocinas. Pasado el tiempo,
aunque no hablaban mucho Ibb cada día estaba más enamorada del príncipe Nikola.
Pero el tiempo paso, y este tenía que buscar a una mujer para reinar.
Para ello, decidió que daría un baile de tres días. Cuando ya
estaba todo preparado para el baile del primer día, Ibb pregunto al cocinero si
podía ir y ver un poco el baile, el cocinero le dio permiso, pero con la condición
de que volviera para poder prepararle un caldo al príncipe después de la
fiesta.
Ibb se fue corriendo a su habitación, se lavó y se peinó sus
preciosos cabellos dorados y decidió vestirse con el traje tan dorado como el
sol y se fue al baile. El príncipe Nikola vio a esta bella dama y fue a hablar
con ella, pero ella era muy enigmática y no dijo nada.
La fiesta ya terminó, y la princesa Ibb volvió corriendo a
su habitación, se cambió y se volvió a poner su abrigo, y le preparo el caldo
al príncipe. Cuando se lo fue a llevar a su habitación dejo en el caldo la flor
de oro. El príncipe se quedó impresionado al ver la flor de oro y la dejo en la
repisa de la chimenea.
Para la segunda noche de baile, la princesa Ibb hizo lo
mismo que la noche anterior, pero para esa noche se vistió con el traje tan
plateado como la luna y se presentó en el baile, estuvo bailando con el príncipe
mucho tiempo pero luego le dijo que se tenía que ir.
Cuando Ibb regreso a la cocina a preparar el caldo del príncipe,
en el interior, dejo la moneda de oro que le había regalado su madre. El príncipe
ya se había comenzado a dar cuenta de quién era la misteriosa chica que hace un
tiempo rescataron del bosque, y dejo la moneda en la repisa de la chimenea.
La tercera noche llego, y para esta noche decidió ponerse el
vestido tan brillante como las estrellas. Esta vez, el príncipe Nikola estuvo bailando
casi toda la noche con Ibb, a pesar de que ella quería irse porque ya llegaba
tarde, Nikola no la dejaba. En el momento en que consiguió salir del baile, no
le dio tiempo a cambiarse, solo le dio tiempo a ponerse su abrigo de toda clase
de pieles.
Cuando subió a la habitación del príncipe a dejarle el
caldo, que en esta ocasión tenía el anillo de bodas de su madre, el príncipe le
dijo que se quedara mientras que se tomaba el caldo. El príncipe Nikola ya sabía
que había algo en su caldo, y cuando saco el anillo, pregunto a toda clase de
pieles si sabía algo de quien era la persona que había dejado esos objetos en
sus caldos, ella dijo que no sabía, hasta que el príncipe Nikola, sin que ella
se diera cuenta le puso un anillo en su dedo, y el príncipe Nikola le dijo que
ese anillo era el compañero del otro. El príncipe le quito la capucha y le dijo
que no le importaba si era plebeya o princesa, porque había demostrado que era además
de bella, era inteligente y enigmática y que era la reina que él quería y que si
quería, esos dos anillos serían sus anillos de boda.
Y se casaron y fueron felices por siempre jamás.
Fin.
Argumentación:
Esta actividad ha consistido en que nuestra profesora Irune
nos contó un cuento folclórico en clase y nosotros tuvimos que adaptarlo a una
edad concreta, que en mi caso he elegido hacerlo para niños de 5 años y a continuación
explicare que cambios he realizado y por qué.
Pero para empezar, hay que decir que adaptar un cuento supone
que se tiene que parecer lo máximo posible al original, porque si no sería un “retelling”,
es decir que hay que mantener la esencia del cuento folclórico y la magia y la emoción,
hay que acercar al niño a su tradición cultural.
Las tres características fundamentales del folclore son, el
anonimato, la oralidad y la multiplicidad de variantes, esto se produce porque
al ser de transmisión oral, cada uno aporta su grano de arena a la historia. Por
eso desde el punto de vista del maestro, es muy importante que no olvide que
los textos folclóricos son para ser contados y cantados y los textos de autor
son para leer.
Por eso el cuento folclórico se puede definir como un relato
breve, de asunto ficticio y de carácter lúdico surgido de la tradición oral, y
que su principal objetivo es ser lúdico, no moralizante.
Como dato adicional, hay que decir que para hacer una adaptación
de estas características, hay que tener en cuenta que si la historia se va a
adaptar para niños menores de 7 años, hay que poner nombre propio a los
personajes, por eso mis personajes son los siguientes:
-
El rey: Caspian.
-
La reina: Catelin.
-
La princesa : Ibb o “toda clase de pieles”
-
El príncipe: Nikola.
En mi caso como se trata de una historia que se supone que
ha pasado hace mucho tiempo y está en una ciudad muy lejana, cuando nos contó
la historia nuestra profesora de literatura infantil, la historia me recordó a
la edad media, por eso estos nombres son de origen medieval.
Otra elemento que también he adaptado es el lenguaje, ya que
Irune nos contó la historia con un lenguaje adulto y yo he adaptado algunas
palabras a un lenguaje más sencillo, aunque los niños de 5 años tienen un
lenguaje casi adulto, pero en ocasiones algunos términos les pueden resultar
complicados.
Por lo demás, he intentado respetar lo máximo posible de la
historia.
Espero que mi adaptación la disfrutéis tanto como yo he
disfrutado escribiéndola.
La información ha sido obtenida de la parte teórica de la
asignatura Literatura Infantil.